Aprender a reconocer patrones y desarrollarlos o interrumpirlos, nos permite trabajar con nuestra más genuina esencia, con el Origen, con nuestros fundamentos constitutivos, la matriz donde todo lo que nos define se revela.
Al desafiar nuestros patrones, sea interrumpiendo, tomando consciencia o expandiendo, en pos de lo que queremos lograr, utilizamos el potencial disponible que nos pertenece y que no habíamos liberado.
En coaching, ya sea ejecutivo, personal o de equipos, abordar un trabajo con patrones requiere que el coach sea consciente de los ilimitados recursos que tiene el cliente, por eso ampliar el marco de referencia desde el que opera el coach es crucial para que el cliente también pueda acceder a ello.
Mientras vivimos nos relacionamos con diferentes sistemas y es por eso que en ciertos ámbitos resonamos o reaccionamos con personas que reflejan a otras personas de nuestra vida, pues ellas tienen patrones con los que tenemos afinidad o dificultad.
Para lograr mayor armonía y recuperar nuestro poder personal le propongo revisar el siguiente párrafo:
Si no interrumpimos nuestros patrones que nos causan conflictos, y trabajamos con ellos, ellos volverán a aparecer y resonar causándonos las mismas sensaciones, reacciones o vivencias ya conocidas. Re-crearemos eventos donde atraemos a personas con patrones conocidos, desafiantes para nosotros y reproduciremos los patrones de relación que ya conocemos.
En otras palabras, si usted es coach o desempeña una profesión donde se propones atraer a otro tipo de personas o de clientes, tiene que desarrollar otros patrones que le permitan conectarse con las personas que le interesan y quizás interrumpir algunos para no atraer a personas con los patrones que no desea.